- Ruphert, te necesito!
- Si, ministra? Agenda apretada en el Ministerio?
- No, no. Nada de eso, jo tío. Es que tengo sesión de fotos, tío. Y tengo el pelo fatal, tío, jo, tía, las uñates de las manos, de los ñoños, jooo.
Cuanto mayor es el problema, más rigor y dedicación requiere la solución. O en cualquier caso intensidad y sacrificio. Desde el mes de marzo nos hallamos inmersos en una situación global que está causando importantes estragos en nuestras vidas y de los cuales costará mucho tiempo recuperarse. Es como una riada constante que sigue arrasando todo cuanto encuentra a su siniestro paso. El que lo vea de otra manera que me indique la marca del whisky que bebe o la del chocolate que fuma.
- Si, ministra? Agenda apretada en el Ministerio?
- No, no. Nada de eso, jo tío. Es que tengo sesión de fotos, tío. Y tengo el pelo fatal, tío, jo, tía, las uñates de las manos, de los ñoños, jooo.
Cuanto mayor es el problema, más rigor y dedicación requiere la solución. O en cualquier caso intensidad y sacrificio. Desde el mes de marzo nos hallamos inmersos en una situación global que está causando importantes estragos en nuestras vidas y de los cuales costará mucho tiempo recuperarse. Es como una riada constante que sigue arrasando todo cuanto encuentra a su siniestro paso. El que lo vea de otra manera que me indique la marca del whisky que bebe o la del chocolate que fuma.
En esas estábamos antes del verano. El gobierno había dejado en manos de las comunidades autónomas la gestión sanitaria y económica de la pandemia (esa gilipollez y barbarismo neogramatical de la nueva normalidad) y con los dedos cruzados se han tomado sus baños de sol y mar, como cuando nuestros hijos eran pequeños y los dejábamos arropaditos en sus cunas y sigilosamente abandonábamos su habitación, ya dormiditos, esperando que nada les perturbara su sueño y diera al traste con nuestro descanso. Vacaciones de acá para allá como si tuvieran los deberes hechos y sus compromisos cumplidos.
No supieron ni gestionar ni transmitir siquiera la gravedad de la situación, a sabiendas de las dificultades y como era de esperar, los repuntes y rebrotes del virus no se han tomado ni unos días de descanso. Ahí ha seguido el covid19 y auspiciado por la irresponsabilidad de cientos de pésimos ciudadanos nos encontramos a las puertas del inicio del nuevo curso y todavía no sabemos qué es lo que vamos a hacer con nuestros hijos escolares y universitarios y ni los propios centros están instruidos en los procedimientos a seguir en apenas unos días.
Eso sí, no hemos dejado de asistir a las estelares actuaciones de las nuevas celebritys en sus desafortunados y lacerantes discursos de las bondades del feminismo, de la visibilidad de la mujer, de la execrable cosificación del cuerpo femenino, de la lucha de la mujer, de su independencia, de la asexualidad del genero, del cansino lenguaje feminizador de todo lo que se menea....todo eso está muy bien pero ni justifica todo un ministerio dedicado a ello, ni ahora mismo es el centro del problema. Seamos serios y rigurosos.
Ver las portadas de algunos periódicos y de algunas revistas ácidas me trae a la memoria la famosa frase de Groucho Max: "partiendo de la nada hemos alcanzado las más altas cotas de miseria".
Ahora, como lo hace ella, están justificados el rolex, el maquillaje, el dulce posado, el estético postureo de pies y de manos, el pelo hacia este lado, la combinación de colores y la pulcritud de estilo. Todo. El resultado: son una nauseabunda burla de sí mismos, una estafa para sus bases, un insulto a la inteligencia y no solo la de sus votantes y un pésimo favor a las mujeres que llevan toda la vida luchando por la igualdad.
Ellos no serán jamás la solución, son la parte grave y mayor del problema.
Que se vayan, ya!!
Sólo para desengrasar y para olvidarnos de tanta desazón
Tenemos panorama para rato.
ResponderEliminar¿Cual será el futuro que vendrá?
Las incoherencias son constantes.
Cruzaremos los dedos.
Saludos.