lunes, 18 de enero de 2021

Ni un rasguño

Llevamos casi un año cayéndonos chuzos de punta y la piel de quienes tenían la obligación de protegernos, enseñarnos y curarnos no ha sufrido daño alguno y por tanto no presenta el más mínimo rasguño. 

La improvisación, la falta de transparencia, el  cumplimiento de una hoja de ruta política (lo único en lo que ha habido un rigor pulcro y estricto) trazada con anterioridad al bocado del murciélago chino y, por encima de todo ello, el pésimo ejemplo de unos ¿líderes? erráticos han contribuido a que debamos resignarnos a esperar las sucesivas olas de la pandemia que puedan seguir azotándonos como quien se sienta en la orilla del mar una buena tarde de verano.

En lo que esto sigue cumpliéndose y ante el miedo a que algún rasguño mancille la imagen y eche por tierra las pretensiones electorales, se tapan la cara mientras dura el temporal, que ya saldrá el sol por Antequera. Y en el peor de los casos, siempre tienen a mano el recurso engañabobos del y tú más.

Pasará el temporal, de deshelarán las calles y los campos de esa España congelada y desamparada y efectivamente saldrá el sol. Y no pasará nada. 

Y, por supuesto, la mayor parte de los medios escupiendo siempre hacia el mismo lado, con odio y gana revanchista, con hambruna vieja de posguerra, tiña y piojos. Y así es tan díficil construir algo.

Aquí me quedo, sentado en la orilla, esperando a que llamen a mi puerta unos sujetos con su placentera sonrisa y sin rasguños en la cara que vendrán a recoger el sobre con mi voto. 




Esperando las olas, https://youtu.be/VQdOyN9_5k8



1 comentario:

  1. Siguiéndole cada semana.
    A mi también me gusta la orilla del mar.
    Saludos.

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