lunes, 25 de junio de 2018

Semana de tránsito

Ha sido esta última, una semana singular. De la borrachera de dimisiones, ceses, renuncias, censuras, nombramientos y estrenos de la semana que nos precedía hemos pasado a otra no menos especial que se iniciaba con la gran representación mediática de la progresía  oficial en un muelle del puerto de Valencia mientras que, con la triste normalidad y rutinaria cadencia de todos los días, por la puerta de servicio de otras costas españolas llegaban, ese mismo día, el triple de inmigrantes sin tanto boato ni acompañamiento orquestal. Solo los voluntarios habituales y la Guardia Civil jugándose, una vez más, su propia vida. 

El lunes asistíamos al ingreso en prisión del ambicioso personaje que ha acaparado cientos de portadas de medios  y ha hecho correr caudalosos ríos de tinta en los últimos diez años por su parentesco con la Casa Real y sus sucios trapicheos en connivencia con una estúpida comparsa de tontos de baba y aprovechados.

Se iniciaba la carrera sucesoria para dirigir y presidir  la nueva etapa del Partido Popular. Rajoy se reincorpora a su antiquísimo puesto de trabajo como encargado del Registro de la Propiedad número 1 de Santa Pola entre halagos y alabanzas por su honesta renuncia al sueldo/pensión vitalicia como Ex-Presidente de Gobierno. ¿De verdad? 

Siguen circulando rumores y chascarrillos sobre titulaciones universitarias y méritos plasmados y posteriormente borrados de otros ministros, del Presidente, de concejales de aquí y de allá....¿hasta dónde puede llegar esa sucia ambición de rellenar currículums con mentiras y falsedades? 

El mundial. Menos mal que es cada cuatro años. No conozco, entre las más próximas, una pareja que pudiera sobrevivir a esta ingesta masiva de partidos a cualquier hora del día. A mí me ha venido bien mi reposo relativo postquirúrgico. Tengo coartada hasta para tener los pies en alto. Estamos lejos de poder hacer pronósticos exitosos pero, de momento, no descartó a ninguna de las favoritas. Ni siquiera a la Argentina de Messi. Eso sí, destacaría la importancia de contar con un tipo como Kross. ¿Nos acordamos de Xavi Hernández, jugador clave en el Barça y en la selección? Pues eso. Su partido contra Suecia, fallo incluido en el gol de los escandinavos y el suyo en el minuto noventa y ramos lo dice todo. Qué grande es el futbol!!

Y la noticia más esperada para cientos de miles de escolares; llega el verano y llegan las vacaciones. Y yo, bien que lo celebro. Aunque la ocupación y entretenimiento de nuestros hijos en esta época estival nos obliga a rediseñar nuestros trabajos, nuestro tiempo de ocio y el de los familiares más próximos, a mí, personalmente, también me sientan de maravilla las vacaciones escolares. Especialmente porque, por un tiempo, me olvido de la agenda, de los deberes, de la inquietud por el tiempo de estudio no aprovechado convenientemente, de las clases de refuerzo en modo contrarreloj, de las mil combinaciones para que nunca lleguen tarde a ningún sitio, aunque te pases la vida en tu rellano de la escalera y la puerta del ascensor se cierre diecisiete veces antes de que tus hijas aparezcan ya por el recibidor y, por Dios, que no echen un paso atrás porque se han olvidado las llaves, la flauta o el diccionario de inglés...

Me colgaré de la otra rutina, la de la orilla con sol y salitre y la de los pies clavados en la arena, la de esas cañitas que aunque te las sirvan en vaso de plástico saben a gloria bendita si la compartes en bañador con tus vecinos de mesa, de hamaca o de barra.

Se suceden los santos del calendario. Ya han pasado San Luis y San Juan: los más madrugadores. En unos días, el más veraniego: San Fermín. Los días se estiran y no aparecen nubes por el horizonte. 

Pero siempre hay una inquietud. Como el loro de la baldosa: Verás como viene alguien y lo jode.

Felices vacaciones a los padres que comparten mi felicidad por la llegada de esta época del año para nosotros y para nuestros hijos. Feliz verano.


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