Un tipo rufíán y despreciable, indocumentado con ínfulas de virrey, de verbo engolado y pose chulesca se vanagloria del resultado de sus extorsiones. No deberían tener validez los acuerdos adoptados bajo amenaza ni coacción (políticas) pero ¿qué más da? ¿qué puede ya salir mal? No se harán las obras, presume el pollo con sonrisa boba de medio lado.
No existió jamás ETA y si existió estuvo más que justificada su extrema violencia, su crimen y su terror, dice otro ser superior con cara de vomitona descomunal fruto de un descontrolado empacho de egos. Hay, sin embargo, -añade el iracundo- un espeso fondo del franquismo en toda la derecha española". Tócate el pie, Marifé!
No se puede hablar, rotular, ¿pensar? en castellano en los colegios, ni en sus patios, ni en las universidades, ni en los comercios, ni en el parque....ni en el Nou Camp...¿A qué me recuerda esto? Pues quienes disponen sobre cómo deben comunicarse los demás son los mismos que se funden luego en lágrimas, como bloque de mantequilla sobre una plancha de hierro al rojo vivo, cuando visitan Auschwitz o cuando leen el libro o ven la película "El niño con el pijama de rayas", por supuesto en catalán.
Una niñata, mal criada, mal vestida y descarada, actriz o directora de series exhibe su supremacía moral y muy femenina preguntándose en voz alta y preguntándole al chaval de veinte años por qué quiere ser militar...y el presentador se ríe (en su ignorancia) porque su nota de selectividad, lo siento es así, no le sirvió para pasar el corte de ingreso pero sí para estudiar una ingeniería...
El problema de los seres superiores es que siempre hay un cooperador necesario (tonto, traidor o cobarde) para que aquellos, debilitando o no la supuesta honestidad, firmeza y honradez de este último, acaben saliéndose con la suya y consiguiendo sus objetivos. Es, en resumidas cuentas, la rendición, la anulación de la voluntad, de lo que dice la Ley y de lo que sentencia mucha de la Justicia...¿Qué más da? ¿Qué podía salir mal?
¿De verdad que toda esta chusma son superiores o simplemente les hemos hecho creer que lo son?
Es de suponer que votantes y simpatizantes deben estar encantados.
Me rindo. Dimito.
La vida es bella y maravillosa y la disfruto, de verdad, Jaime B. (el hombre que le susurraba a la zamburiñas) pero como dice la baldosa...siempre hay alguien dispuesto a jodértela.
Ya, si eso, otro día nos contamos una bonita historia.