En lo que sigue de telón de fondo el bichito....
...no me importa que mi viejo Megane esté a punto de cumplir los diecisiete años: todavía me lleva y total, para tener que rodar por Palma a menos de 30 km/h, bien me alcanza.
No me importa que en mi cotidiana indumentaria, alterne apenas dos o tres pantalones, dos pares de zapatos y tres o cuatro camisas y dos americanas: creo que visto con dignidad y voy cómodo y aseado.
No me importa no tener una sauna ni un jacuzzi en mi cuarto de baño: puedo ducharme todos los días con agua caliente y gel.
No me importa pasar mis vacaciones y tiempo libre de fin de semana -si el clima lo permite- sentado en una sencilla silla frente a una mar que me abraza con gentileza, un buen libro y un poco de música: eso me relaja y respiro al aire libre.
No me importa comer productos sencillos (a ser posible, de proximidad) y asequibles y me vengo arriba cuando saco mi tabla y cuchillos de corte y me entrego con pasión a laminar muy fina la cebolla y cocinar unas carrilleras de ternera al vino tinto como si fuera un gran chef: comemos caliente y normalmente sabe rico el resultado.
No me importa si este año próximo, como el que que está acabando, no puedo programar el revitalizante y emocionante viaje a la nieve: otro año será.
No me importa comprar mi ropa de tenis en decathlon y que las zapatillas no sean el último modelo de nike: todavía disfruto deslizándolas sobre la tierra batida hasta llegar a esa bola endiablada que me tira mi Pepe de Sineu.
No me importa que mi móvil tenga ya casi tres años y que requiera de un par de cargas diarias y esté saturado por cientos de aplicaciones inútiles cuyas actualizaciones colapsan su memoria interna: estoy localizable y puedo intercambiar llamadas y guasaps con mis contactos.
No me importa no poder salir los fines de semana de cañas y vinos o de restaurantes de postín: mi casa y una par de botellines, con un poco de imaginación, son suficientemente satisfactorios.
No me importa no poder coger un vuelo a cualquier punto de Francia -por ejemplo- y hacer una ruta gastronómica y cultural: Las Recetas de Julie (La2) me hacen pasar un buen rato y lo disfruto a mi manera.
No me importa (esto ya un poco, sí) no poder sentarme sin prisas en Casa Simón (Cangas do Morrazo) y degustar una buena cazuela de pescado y marisco del día y unas raciones de percebes zamburiñas a la plancha con mi Jaime B, el hombre que soñaba con ellas,: intento cocinarlo yo en casa y disfrutar todo ello con un albariño fresquito.
No me importa todo esto si al fin y al cabo puedo levantarme todos los días y al poner los pies en el suelo y comenzar a caminar reconozco en cada paso que doy y en cada objeto que poseo que la vida puede ser maravillosa si sabes ser feliz con lo que tienes y no sentirte un desgraciado con lo que deseas y no puedes alcanzar.
Al fin y al cabo la mochila todavía pesa y el camino -ojalá por mucho tiempo- es muy largo. Y a pesar de todo, soy así muy feliz.
Cómo no voy a serlo si disfruto de un fin de semana tras otro....
Y para acabar de venirme arriba pincho aquí y bailo.
Cuanta razón tienes, amigo Asís. Y además un baile "agarrao".
ResponderEliminarUn abrazo.