Era 1996. Disponíamos como queríamos de todo nuestro tiempo y disfrutábamos de la vida con menos ataduras y menos mochilas o en cualquier caso, mucho menos cargadas. Era ligero el equipaje y mucho el tiempo libre. La orilla se extendía muchos más metros y las olas bañaban nuestros pies hasta que empezaba a caer la noche. No había prisas. Cualquier hora era buena para entrar y salir de casa. Sonaba Jarabe de Palo con un tono muy similar al de Radio Futura. La canción de La flaca, la mezclaba yo con La negra Flor y confundía sus voces y sus siluetas, como si fueran dos amigas, dos colegas, viéndolas bajar por la Rambla de las Flores de Barcelona, dirección al mar, con el cimbreo de sus piernas y el bamboleo de sus caderas, lujuriosas y festivas, provocando con miradas sensuales al resto de peatones. Pareciera que los adoquines fueran incapaces de digerir sus pisadas al tiempo que los árboles del paseo aplaudirían al compás.
Luego llegaron otros discos, otras canciones en un estilo personal -claro, todos lo tienen-. En el caso de Jarabe de Palo, sus letras no dejaban indiferente a quien las escuchaba o trataba de cantarlas. Eran frescas, diferentes, originales y comprometidas...casi arrítmicas, encajadas sus palabras con rimas arriesgadas para redondear la intención del autor.
Depende....parece ecléctica y equidistante y qué va, es toda una declaración de intenciones y la filosofía acertada de vivir y dejar de joder con la pelota....
Depende....parece ecléctica y equidistante y qué va, es toda una declaración de intenciones y la filosofía acertada de vivir y dejar de joder con la pelota....
El nombre del grupo. ¿A qué sabe el jarabe de palo? Desde pequeñitos era la amenaza constante para quien no se portaba del todo bien. No es una expresión adecuada más que para niños asustadizos y siempre en un tono más bien amistoso, como la de un pam-pam en el culete. Medio en broma y medio en serio: a qué sabría el jarabe de palo nos preguntábamos entonces. En nuestra inocencia éramos incapaces de entender la retórica ni la metáfora. Nos quedaba toda nuestra atención fijada en el jarabe, sin reparar, siquiera por un instante, en lo de "palo": en su acepción coloquial como daño leve.
Y quién nos iba a decir que, pasados los años y ya adultos íbamos a disfrutar de tan buena y especial música con un grupo que se llamase Jarabe de Palo.
El jarabe de palo es un castigo infantil, simbólico, testimonial y casi diría que benéfico e instructivo. Es la amenaza de un mal leve para mejorar la cualidad benemérita del menor. Hasta ahí es mi definición de cata del sabor de ese jarabe.
Soy, así, partidario de un uso discrecional del jarabe de palo. Todos merecemos, de vez en cuando, un par de cucharadas. Algunos más y otros deberían consumirlo a perpetuidad. Nunca aprenden.
Un beso de la flaca y..... Honorato, ponemos la tele un rato? La entrañable y díscola gamberra catalana, sus inconfundibles acento y dicción, su etiqueta inclasificable en un solo conjunto por ser una española nacida en Cataluña. Era, en el género cómico, como una sucesora del estilo de Mary Santpere. Allá bajan despacito por la Rambla, dirección al mar, Rosa María y Pau, a ritmo de la negra flor y de la flaca, cogidos del brazo y sonriendo a los peatones que aplauden al compás.
Descansen en Paz.
"Que los cerebros de zafios, hipócritas, memos, mamelucos, corruptos, pesaos, estúpidos, tocapelotas, mentirosos, gilipollas....se reprogramen y entiendas que en la vida no hace falta ser así, que la vida va de otra cosa".
Pau Dones
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