lunes, 17 de octubre de 2016

Ya llueve



Parece que empieza a ser más habitual la lluvia. Bien nos vendrá para nuestras exiguas reservas de agua. Las playas quieren echarse la sabanita de entretiempo; un manto de algas secas se tiende sobre la orilla y ayudará a mantener la arena hasta que regresen los veraneantes. Yo sigo alargando la temporada de baño y espero que las treguas entre tormentas nos los permitan.



Había llovido toda la noche. Lluvia fina, lenta, buena. Dos arroyuelos de agua de esa lluvia bajaban esa mañanita (tan temprano que era -otra vez- noche cerrada) por la calle Mussol. Camino de mi primera parada, pasaba el limpiaparabrisas y el coche, a su paso, iba pisando charcos, salpicando.



La realidad política y social de este final de año está encharcada, anegada por un chaparrón permanente de disparates. En este país no cabe mayor cantidad de majaderos.



Escucho cada madrugada los primeros informativos. Entre sueños, el de las cinco y casi totalmente despierto el de las seis. Las majaderías cuelgan de las ondas como racimos de uvas con el tamaño de las sandías y sería para romperse la caja si no fuera por la gravedad de la situación. Que un mequetrefe con cargo municipal cometa delitos a la puerta de su ayuntamiento es un claro síntoma de grave enfermedad. Si ese acto queda impune es que tal vez tenemos lo que nos merecemos. El cómo ha llegado hasta ese cargo es algo que merece una seria reflexión. El cargo impone responsabilidad y ejemplo. ¿Qué ocurrirá el día en que un ciudadano -contribuyente municipal- se acerque a la sede del Ayuntamiento de Badalona y rompa con chulería y desafío el recibo del IBI o el de las tasas por recogida de los residuos sólidos o un sanción? ¿Qué hará el Ayuntamiento? Acudirá, es de suponer,  a un procedimiento ejecutivo en el ejercicio de sus propias prerrogativas. A lo mejor, para eso, sí actúan con todo el rigor. Y si nadando, nadando, llegan a la vía judicial, llamarán a la puerta del Juzgado del cual hacen añicos los autos. ¿A qué estamos jugando? ¿Qué respeto merece esta deficiente partida de cargos públicos?



Seguía lloviendo. En Palma de Mallorca, muy cerca de donde yo vivo, se ha producido un alarmante supuesto de violencia infantil. En tiempos de otro Govern, habrían saltado por los aires y por este orden; el profesor de patio, el tutor del curso, el jefe de estudios, el director del centro, el Conseller de Educación y el Presidente de la Comunidad. Habría habido manifestaciones en clave verde un día tras otro. Ahora, en este caso, con el gobierno que preside una de la banda de los Winehouse, para el sindicato de profesores -sectarismo puro- la actuación del centro, en general, ha sido ejemplar y ajustada a derecho, los profesores estaban en su sitio (en el patio, pero mirando hacia otro lado, a la vista del resultado del apalizamiento de la menor), la directora ha hecho lo que debía y por si no fuera suficiente, otro altísimo cargo  (¿también médico?) acusa a la familia de la víctima y a algún medio de exagerar. La niña ha estado hospitalizada y reingresada por su estado de salud. Impresionante diagnóstico oficial.

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