lunes, 31 de octubre de 2016

Jalogüin político


Nos sentamos en la mesa y compartimos mantel nuevamente en jornadas previas al Día de Difuntos. Mis hijas, ¿cómo no? vuelven a la carga con su particular séptimo de caballería. Definitivamente zanjo la cuestión con irónica pose  al tiempo que les muestro el terrorífico trailer de El exorcista, en el que  mi "dulce" niña Reagan vomita el puré de guisantes  contra el Padre Damien. (me parece que cambiarán el disfraz, todavía les tiemblan las piernas)

-Pero, ¿qué coño es jalogüin?

Todos los años la misma catalineta, que si las chuches, que si los disfraces, que si puedo ir a dormir a casa de fulanita, que vamos a andar por la calle vestidos de zombis decimonónicos, jas, jas, jas, con un camisón de hilo de la abuela pintarrajeado con pinturetas rojas, etc.

La resistencia mallorquina que va quedando a pie de cañón y fiel a nuestras tradiciones y que no milita, por tanto, en las imposturas culturales anglosajonas, reivindica els rosaris ensucrats (frutas escarchadas) y yo en todo caso, sumado a esta reivindicación haré unos panellets de toda la vida de mi añorada Barcelona casi natal y compraré huesitos de santo. 


Quizás, uno de mis zombis favoritos y lo digo con total respeto y admiración musical es Amy Winehouse que comparece en mi itunes con mucha frecuencia. La descubrí una vez superado el hartazgo al que  te llevan las discográficas primero y las emisoras de radio después, cuando brota un fenómeno musical que sobresale de lo mínimamente aceptable. Renegué inicialmente de su afamado y sonadísimo Rehab y su contumaz, no, no, no...(¿A qué te suena?) y huía del personaje por su cliché  de rebeldía con muchas drogas, mucho alcohol y mucho tatoo. Más tarde, con más calma, empezaron a sonar el resto de canciones del Back to Black al mismo tiempo que la propia cantante aproximaba su existencia hacia la autodestrucción y al abismo; más drogas, mas alcohol, más tatoos.  

Me gusta escuchar su voz y tengo entre mis favoritos el video de un concierto suyo en Londres (imprescindibles Zalon y Adé) en el que demuestra con absoluta naturalidad -rostro destensado- todas esas adicciones, pero perfumadas con su talento sobrenatural para la música y una voz privilegiada. 

No, no, no... La banda de los winehouse agoniza en el Congreso de los Diputados y asisten derrotados sus componentes a su propio funeral después de pegarse un tiro en el pie, después de haberse escupido sus odios, después de perder y hacernos perder casi un año y de haber puesto en riesgo la recuperación económica y la credibilidad de España en escenarios internacionales muy exigentes. Después de la pesada digestión de cada uno de los noes (¿qué parte del no es la que más te va a costar digerir?) les queda llorar como viudas desconsoladas de un poder que nunca tuvieron; en todo caso huérfanos de su propio partido (abierto en canal) y herederos de escaños perdidos, pero sobre todo, muy alejados de sus cacareadas aspiraciones progresistas y reformistas, que sabrá Dios a qué se refieren.  Y vaya compañeros de viaje.

Nuevamente lo digo: ¡qué pereza! Casí preferiría una noche de farra de jalogüin con mis hijas -truco o gintonic- que presenciar el esperpéntico desfile de zombis políticos descamisados y desaliñados, caricaturas, ópera bufa de lo que debe ser un Parlamento. 

Como no me quedan argumentos, me levanto y me voy. Y luego me vuelvo a sentar. Como una patulea de colegiales.

https://www.youtube.com/watch?v=UNkuQQ3FJ8U

lunes, 24 de octubre de 2016

Bajo los soportales



Bajo los soportales de la Plaza del Mercadal y, hasta que nos rematen con el horario de invierno, cada madrugada más oscura, revolotean como tórtolas inquietas los sueños rotos de tres o cuatro indigentes. Duermen -más precisamente, pasan la noche- sobre viejos y sucios cartones usados, junto a sus propios demonios y pesadillas, ahuyentados someramente por unos tragos compartidos de un tetrabrick de tinto malo del súper. Algún día cruza uno de ellos ante mi coche con la mirada extraviada, desperezándose, arrastrando los pies con aparente serenidad y ajeno a la asunción de mayor responsabilidad que la de procurarse un primer bocado y algunas monedas para pasar el día, que, digo yo,  debe hacerse muy largo. 

Si llego a ese punto con ligero retraso sobre la hora habitual, ya les han hecho el dormitorio. Una escoba y una fregona han dejado los adoquines relucientes y el aire fresco de la mañana ha ventilado la estancia. Un alma caritativa, una silueta negra que  apenas logro distinguir, se encarga de ello. No hay misterio alguno.

Muy cerca del Mercado del Olivar, ocio y negocio de exquisita gastronomía, los Padres Capuchinos reparten cada día sustento alimenticio a cuantos se acercan y llaman a su puerta. Cerca de una veintena de pobres de solemnidad se arremolina junto a los muros, esperando que se abra esa puerta a las horas del desayuno, del almuerzo o de la cena. Hace unos meses tuve ocasión de conocer al Padre Josep María y he de manifestar que dentro de  ese Convento, en sus íntimas y modestísimas entrañas, se descubre el verdadero significado de la palabra caridad. Estuve charlando un ratito con él. Lo suficiente como para proporcionarle la oportunidad de descubrir que detrás de cualquier persona, independientemente del horroroso trabajo que le ocupe -en mi caso y a mucha honra, militar- se encierra similar sentido de esa virtud. Se trataba de hacerle llegar un modesto donativo  de la Guardia Civil y advertí que le brillaban los ojos al descubrir su procedencia. Los militares, también la Guardia Civil, no somos en absoluto ajenos al dolor y padecimiento de los más desfavorecidos. Seguí sorprendiéndole. Le reconocí que en la lejana Barcelona de los 70, algunos domingos, mis padres y mis hermanos acudíamos a la misa de los Capuchinos de Sarriá. Supongo que obedecía más a una cuestión de conveniencia horaria que a la más mínima empatía con el credo capuchino, trufado entonces con el más beligerante activismo político y pre-nacionalista catalán. Estuvimos hablando de la capuchinada, de Xirinacs, de aquella trémula antesala de los importantes cambios que iban a traernos los años siguientes; la muerte de Franco, la coronación de D. Juan Carlos, la transición, las primeras elecciones, etc. Me escuchaba con vivo interés y él recordó haber sido también testigo de todos esos acontecimientos.

Cuarenta y pico años después estos monjes han abandonado, tal vez, su activismo político y centran sus esfuerzos y su particular cruzada contra la pobreza en nuestras calles.  Desgraciadamente no hace falta ni ir muy lejos ni salir de España. Para muchas personas -adultos y menores- sigue haciéndose de noche, día tras día,  sin más porvenir que intentar ocupar las siguientes horas a estómago vacío. 

Existen cientos de héroes anónimos -estas sí son vidas ejemplares- que sin mayor retribución que la satisfacción que proporciona la ayuda al prójimo, colaboran diariamente y de forma desinteresada para llevar alimento y apoyo a los más necesitados. Me honra mi amistad con Jose YW, uno de ellos. Cuando le conocí todavía trabajaba, en turnos de mañana, tarde y noche, en una central eléctrica. Ni por esa razón ni por un mal catarro dejó de asistir a su puesto solidario, finalizada su jornada laboral. Y ahí sigue, ya jubilado, pero remangándose día tras día, sudando en verano y pasando frío en invierno, descargando palés, trasladando sacos de arroz o de harina desde la furgona al almacén o desde el almacén al comedor social. 

-No queremos fotos. Queremos, necesitamos brazos.

Banco de Alimentos, Cáritas, Zaqueo, Operación Kilo.... A todos nos suenan estas asociaciones y operaciones. Detrás de ellas, cientos de voluntarios que bien podrían quedarse confortablemente en sus  casas o en la playa o junto a sus hijos y nietos. 
El pasado día 17 se celebró el Día internacional para la erradicación de la pobreza. En la Plaza de España de Palma hubo batucadas; mucho ruido, pero...¿cuántas nueces?

Siento vergüenza propia y gran remordimiento por mi injustificable indolencia. Hay todavía tanto por hacer. Qué menos que dar las gracias a todos esos voluntarios que, sin necesidad alguna, dedican su tiempo a los más desfavorecidos. Gracias, Jose. (con acento en la o, sin tilde, como me gusta llamarte).

lunes, 17 de octubre de 2016

Ya llueve



Parece que empieza a ser más habitual la lluvia. Bien nos vendrá para nuestras exiguas reservas de agua. Las playas quieren echarse la sabanita de entretiempo; un manto de algas secas se tiende sobre la orilla y ayudará a mantener la arena hasta que regresen los veraneantes. Yo sigo alargando la temporada de baño y espero que las treguas entre tormentas nos los permitan.



Había llovido toda la noche. Lluvia fina, lenta, buena. Dos arroyuelos de agua de esa lluvia bajaban esa mañanita (tan temprano que era -otra vez- noche cerrada) por la calle Mussol. Camino de mi primera parada, pasaba el limpiaparabrisas y el coche, a su paso, iba pisando charcos, salpicando.



La realidad política y social de este final de año está encharcada, anegada por un chaparrón permanente de disparates. En este país no cabe mayor cantidad de majaderos.



Escucho cada madrugada los primeros informativos. Entre sueños, el de las cinco y casi totalmente despierto el de las seis. Las majaderías cuelgan de las ondas como racimos de uvas con el tamaño de las sandías y sería para romperse la caja si no fuera por la gravedad de la situación. Que un mequetrefe con cargo municipal cometa delitos a la puerta de su ayuntamiento es un claro síntoma de grave enfermedad. Si ese acto queda impune es que tal vez tenemos lo que nos merecemos. El cómo ha llegado hasta ese cargo es algo que merece una seria reflexión. El cargo impone responsabilidad y ejemplo. ¿Qué ocurrirá el día en que un ciudadano -contribuyente municipal- se acerque a la sede del Ayuntamiento de Badalona y rompa con chulería y desafío el recibo del IBI o el de las tasas por recogida de los residuos sólidos o un sanción? ¿Qué hará el Ayuntamiento? Acudirá, es de suponer,  a un procedimiento ejecutivo en el ejercicio de sus propias prerrogativas. A lo mejor, para eso, sí actúan con todo el rigor. Y si nadando, nadando, llegan a la vía judicial, llamarán a la puerta del Juzgado del cual hacen añicos los autos. ¿A qué estamos jugando? ¿Qué respeto merece esta deficiente partida de cargos públicos?



Seguía lloviendo. En Palma de Mallorca, muy cerca de donde yo vivo, se ha producido un alarmante supuesto de violencia infantil. En tiempos de otro Govern, habrían saltado por los aires y por este orden; el profesor de patio, el tutor del curso, el jefe de estudios, el director del centro, el Conseller de Educación y el Presidente de la Comunidad. Habría habido manifestaciones en clave verde un día tras otro. Ahora, en este caso, con el gobierno que preside una de la banda de los Winehouse, para el sindicato de profesores -sectarismo puro- la actuación del centro, en general, ha sido ejemplar y ajustada a derecho, los profesores estaban en su sitio (en el patio, pero mirando hacia otro lado, a la vista del resultado del apalizamiento de la menor), la directora ha hecho lo que debía y por si no fuera suficiente, otro altísimo cargo  (¿también médico?) acusa a la familia de la víctima y a algún medio de exagerar. La niña ha estado hospitalizada y reingresada por su estado de salud. Impresionante diagnóstico oficial.

lunes, 10 de octubre de 2016

Vidas ejemplares


Jueves 7:30 de la mañana. Se apagan a mi paso las farolas de la calle Caro y, ese día sin pasajeros, enfilo Jaime III y bajo por el Passeig des Born. Hay un luminoso cajero amarillo. El resto de la acera permanece oscuro. Ya sabes; cada mañana es más de noche. Aparco el coche para darme un tirón a la cuenta. Siempre -cada día- hay cosas que pagar y los azules de veinte vuelan mejor que las tórtolas en Palma. Ejecuto la extracción y me giro hacia atrás porque oigo pasos a mi espalda. Del interior de la sucursal bancaria sale un pequeño cuerpo, una silueta que arrastra una ligera cojera. Se dirige a uno de los anchos plátanos, apoyando su espalda contra él, se agacha y utiliza el alcorque para plantar su muñeco matutino, criaturilla. La oscuridad de la mañana le permite obrar libremente. Por esa acera -estamos todavía en temporada turística alta- deben transitar varias decenas de miles de viandantes durante todo el día.



Con mi tarjeta y mi dinero en la cartera, como lanzadera de vuelo de los billetes azules, regreso a mi vehículo y me voy al trabajo.



La prensa digital proporciona múltiples delicias informativas a lo largo del día. Leo entre titulares: "El tren de vida de Bárcenas: dos millones de sueldo del PP y 61.700€ al año de gastos fijos." A continuación pasa a desglosar, año a año, de 2002 al 2013, todos sus ingresos y su plácido pasar: copas, viajes, comidas, palcos, apartamentos en Málaga, Viella....a todo trapo.



Recientemente había solicitado a la Audiencia Nacional que le liberase determinadas cantidades de dinero para atender a unos gastos "indispensables". Años atrás había llegado a gastarse 520 euros en vinos. Suele llegar a la Audiencia con su impecable traje gris o azul marino y su aire entre chulesco y prepotente. Ya me lo imagino con el traje a rayas de los hermanos Dalton.



El paso por la cárcel ablanda. Lo hemos visto recientemente en Palma de Mallorca. La que fuera la política más influyente en Baleares durante los últimos veinte años ha comparecido estos días en la Audiencia Provincial. Su testimonio y su aspecto son realmente escalofriantes. El hilo de voz y sus sollozos, aunque fueran exageradamente forzados, dan prueba de su asolamiento personal. Ha pedido clemencia antes que perdón y antes de dar cumplida respuesta a cuanto le preguntaron sobre sus actuaciones y sobre la procedencia de su fortuna y la justificación de sus ingresos. Calló entonces cuando era de común conocimiento de todos los ciudadanos el hedor que emanaba del turbio manejo de los hilos de su gestión. En nada nos recuerda ahora a su pasada figura, a sus vestidos y a sus bolsos, a sus modelitos de marca, a sus viajes a Madrid para ponérselo todo encima, ni a sus paseos por Serrano -yo la he visto, nadie me lo ha contado-, etc.



El tono y la voz de su testimonio puede que remuevan nuestra conciencia porque a muchos de nosotros algo nos enseñaron y algo debimos aprender del significado de la misericordia. También se ha referido a ella nuestro Papa Paco (Audiencia Jubilar del 30 de abril). Nada más que decir.



Intentaremos ser misericordiosos pero no olvidemos que  su  ruina moral, social, personal y económica está motivada por su propia conducta y todavía es fácil sentir, a pesar de su dolor, más vergüenza que misericordia cuando recordamos su entrada "triunfal", entre cínica y arrogante, en las primeras vistas en la Audiencia al inicio del proceso, repartiendo y soplando con sorna, besos a los ciudadanos que se amontonaban para abuchearla. ¿Dónde están ahora sus palmeros? 
Al final veo más dignidad en el indigente del Passeig des Born, con su paseillo diario al alcorque, que en está chusma de trajes de alpaca y su vida a todo trapo. Que paguen los "pringaos", debieron pensar.

lunes, 3 de octubre de 2016

Pronto cae la tarde.


Domingo de gala en octubre. Mi sobrino Nachete ya está bautizado. Ya no se llevan las peladillas  verdes y amarillo pastel de antaño. Por contra, buena comida y excelente bebida hasta que, a última hora de la tarde, nos refresca el aire un dulce y amable embat  y nos recomienda la vuelta a casa. El tintineo de los mástiles del Port de Andraitx pone la banda sonora. La luz, a cargo y cuenta de ese rojizo sol de las puestas de sol de otoño dibujando  siluetas de postal.

Ha sido una gozosa jornada familiar y festiva alejados de los ardientes titulares de la prensa. Yace el Conde de Ferraz y le lloran sus plañideras, (¿no tenía mejor cosa que hacer un sábado por la tarde, esa señora de la pancartita y el móvil, o el tipo del pelo blanco y sus aspavientos televisivos? ) obstinadas como él en fundamentar una opción de gobierno consistente en no, no, no....Así les fue. Ahora toca seguir esperando. Pasan las semanas y lo que creíamos que era un escenario posible pero improbable -terceras elecciones- cobra cierta verosimilitud.

En lo que se resuelven todas las incógnitas y dependiendo de cómo se resuelvan, seguiremos inmersos en este permanente estado de incertidumbre esperando la foto del próximo Presidente de Gobierno, caminito del primer año desde las elecciones del pasado diciembre. Todo un éxito.

Mientras, afortunadamente, la vida continúa. El mar, la mar, y el clima siguen brindándonos la opción de una buena jornada de playa. Agua y cielos azules y menos bañistas. Las lluvias nos han dado una tregua y los nubarrones se quedaron sobre el horizonte, amenazantes, pero alejados de nuestras cabezas.




Los fines de semana vuelan, se viven intensamente y ya está aquí el lunes, con su mañanita cada día más oscura ...cada mañana es más de noche, me dicen y, paradógico, pero es cierto, es así. Me cuesta vislumbrar a Jaime B. desde el semáforo de la calle Caro y temo no coincidir y no poder compartir ese latigazo informativo de cada día, caminito del Ayuntamiento él, de mi Comandancia yo y esa primera carcajada entre burlona y afectada. No estamos para chistes, no lo tenemos claro. Las consecuencias del incendio....Por cierto ¿está apagado?

Llama a la puerta la Virgen del Pilar y estamos en plena ebullición por los preparativos. Primera vez que la Bandera de España, en su modalidad  de Bandera de Unidad, se incorpora a la formación. En estos momentos de cierta zozobra y no quiero decir nada más, sentiré con más orgullo su presencia y recordaré los tiempos en que asistíamos, todos los lunes, a su izado en tierra extraña. El que no lo entienda no debe tardar ni un minuto en darle vueltas a esto. No lo entenderá nunca.









Nombres que remueven la memoria

La primera que yo recuerdo fue una pequeña y coqueta Iberia blanca. Sobre una de las encimeras de la cocina, resultaba muy atractivo para in...