El clásico duró muy poquito, apenas media hora. El resto del partido fue un baile. El Barça se diluyó como un azucarillo. Que nadie sospeche, siquiera, que me apeo de este barco. Ya dije hace unos meses que los culés somos expertos en prolongadas sequías y en largas y tristes travesías por el desierto. Lo más grande de la historia de este club de fútbol lo hemos vivido y disfrutado en televisión digital, a todo color y en alta definición y en mi caso concreto, rodeado de mis hijas, escuchando a todas horas los pseudo-himnos guardioleros de Coldplay y The Killers. Para cuando nos ataque la nostalgia podremos recurrir al "youtube" y las imagenes serán frescas y de buena resolución.
El resultado final no llegó a sorprenderme y pienso que los seguidores del Barça podemos darlo por bueno, o muy bueno; pudo ser mucho peor. Es más, creo que el Madrid desaprovechó una histórica ocasión para dejar a su rival herido y humillado.
Todo lo que en el campo aconteció es fruto de una falsa expectativa de éxito y de una tóxica mezcla de prepotencia, falta de ambición e inseguridad por parte de algunos jugadores del barca. Y al final, o al principio, según se mire, el que falla es el entrenador, al cual han aupado a la categoría de profesional serio, con personalidad, con carácter y valiente. Pues ya lo hemos visto. Su alineación me pareció absolutamente desatinada. Incorporar a las primeras de cambio a Suárez, recurrir a Mascherano nuevamente de central, dejar a Alba en el banquillo y colocar en su lugar a Mathieu, debió ser celebrado por Ancelotti frotándose las manos, aunque como si de un espejismo se tratara, Neymar nos adelantara en el marcador. Tal vez si Messi hubiera estado más letal con el 0-1 a favor las cosas podrían haber resultado de otra forma, pero mi madre no tiene barba ni fuma en pipa y Casillas es el digno portero del Madrid y de la selección española de fútbol por estas actuaciones.
Mathieu pudo ser alineado para ganar centímetros en las jugadas estratégicas y paradójicamente, uno de los goles vino por el remate de un córner. En defensa estuvo tembloroso y fallón. No fue capaz de sacar una pelota controlada, apenas se hizo un hueco en su banda y erró casi una docena de pases, quedando su equipo a merced de un rival que machaca las contras (esta es una especialidad, no una acusación ni una ofensa).
Suárez no tiene ritmo de competición y un partido de estas características, aunque a estas alturas de competición no se jueguen más que tres puntos, es demasiado significativo y trascendente, desde un punto de vista psicológico, para el equipo perdedor. Por lo tanto deben jugarlo los que más confianza inspiren al entrenador. Luis Enrique se traicionó a sí mismo y recurrió a la chistera pero le salió un proyectil de fogueo. Un petardo.
La presencia de Messi expiró con el fallo ante Casillas y volvimos a ver el fantasma errático y parsimonioso que tarda un siglo en recuperar su posición en campo propio cuando el Barça no tiene la pelota, que al final fueron muchos minutos.
Lo siento, pero me gusta este Madrid; posee un rango de competición excelente para esta temporada y se ve magníficamente armado; Portero, una defensa muy segura; Kross y James aportan equilibrio y la delantera.....(sólo chirría el exceso de vanidad y narcisismo deportivo de Ronaldo, puaff!!!).
Se habrá dado ya cuenta Mourinho que se puede jugar a futbol sin recurrir a sucias patrañas, ni juego violento, ni sobreexcitación de sus jugadores, ni absurdas provocaciones.
En fin, espero que esta derrota sirva para ordenar el vestuario y el equipo del Barça y asumiendo que queda mucho por hacer, se imponga el espíritu de lucha y sacrificio constante, la seriedad y el fútbol y nos dejemos de chuminadas de niñatos con policías locales, manifestaciones políticas que no tienen nada que ver con el deporte, y otras dispersiones absurdas.
Y por supuesto, apartarnos del halago. En exceso nos lleva a la autocomplacencia, estación de mediocres y donde sólo tiene parada el tren del fracaso. Ojo.
Dicho lo cual...Visca el Barça!
La presencia de Messi expiró con el fallo ante Casillas y volvimos a ver el fantasma errático y parsimonioso que tarda un siglo en recuperar su posición en campo propio cuando el Barça no tiene la pelota, que al final fueron muchos minutos.
Lo siento, pero me gusta este Madrid; posee un rango de competición excelente para esta temporada y se ve magníficamente armado; Portero, una defensa muy segura; Kross y James aportan equilibrio y la delantera.....(sólo chirría el exceso de vanidad y narcisismo deportivo de Ronaldo, puaff!!!).
Se habrá dado ya cuenta Mourinho que se puede jugar a futbol sin recurrir a sucias patrañas, ni juego violento, ni sobreexcitación de sus jugadores, ni absurdas provocaciones.
En fin, espero que esta derrota sirva para ordenar el vestuario y el equipo del Barça y asumiendo que queda mucho por hacer, se imponga el espíritu de lucha y sacrificio constante, la seriedad y el fútbol y nos dejemos de chuminadas de niñatos con policías locales, manifestaciones políticas que no tienen nada que ver con el deporte, y otras dispersiones absurdas.
Y por supuesto, apartarnos del halago. En exceso nos lleva a la autocomplacencia, estación de mediocres y donde sólo tiene parada el tren del fracaso. Ojo.
Dicho lo cual...Visca el Barça!