Nos han inundado los móviles y otros dispositivos docenas de fotos de ella, muchas de las cuales se han hecho virales (especialmente entre la gente buena, limpia y aseadita) y han circulado de chat en chat en muy pocos días. Es S.A.R. Dª Leonor (cobra especial belleza, ahora más, este nombre tan ligado a nuestra historia) solemnemente uniformada besando la Bandera de España (con mayúscula todo) en un acto que nos envuelve de dignidad, aunque solo sea a los que respetamos la Institución y sus símbolos y nos devuelve el orgullo de buen ciudadano.
Semanas atrás, en un ámbito doméstico, se me planteaba, entre signos interrogativos, qué necesidad tenía esa chica de meterse en esa Academia Militar, ponerse un uniforme y tirarse al barro entre alambres de espino con una pesada mochila y un fusil de guerra, o tener que levantarse a media noche para iniciar una larga marcha con la cara tiznada por maquillaje mimetizante o tener que estar expuesta todo el día a la orden de un superior, o...qué rollo! (cuánta falta hace y qué bien vendría un poquito de mili a nuestros/as jóvenes y sin necesariamente tener que empuñar un arma, no sea que....)
A estas alturas de democracia, lamentablemente, nadie puede asegurarnos que llegará un día en que Dª Leonor sea coronada, siquiera que pueda, en caso contrario, seguir residiendo en el país del que acaba de besar y jurar su bandera o si, por el contrario, tendrá que verse obligada a buscar residencia en algún país lejano.
Lo que sí es cierto es que, si al final llegase a reinar, llevará en la cabeza toda la dignidad y conocimiento de la realidad que cabe en el aprendizaje de su "oficio". Y, como no puede ser de otra manera, nada es mejor, entre otras virtudes y méritos de otros oficios que deberá aprender, que conocer por sí misma el barro en el que tienen que saber moverse los militares y haber asistido a formaciones, desfiles y Homenajes a los Caídos rodeados de jóvenes tan dignos y abnegados como ella misma y sentir que se le empañan los ojos mientras que, en primer tiempo de saludo, suena "La muerte no es el final".
Que nadie tenga que contárselo. Por mucho que uno lo vea, en directo o en televisión, nada es comparable en emotividad a escucharlo de uniforme y rodeado de sus compañeros, presentes unos y ausentes, dolorosamente recordados los de cada cual, otros.
Dª Leonor, ahora ya se ha ganado los galones.
A la orden, Alteza!
Totalmente de acuerdo.
ResponderEliminarLeonor reinará, pese a quien pese. Sánchez y demás sociocomunistas, indepes, terroristas y demás malas hierbas ya pueden decir misa. La Monarquía Parlamentaria ha de seguir. Gracias a este "régimen" hemos vivido el mayor y mejor periodo de la historia de España, en democracia. Con todos sus "peros", de acuerdo, pero por lo menos en esto estamos prácticamente todos de acuerdo. Así lo queremos la INMENSA MAYORIA DE LOS ESPAÑOLES. Lo que piense un 6-8% de los españoles no puede hacer que cambie un régimen, ni un tipo de gobierno ni una Constitución, aprobada en su dia por una inmensa mayoría, incluso en Cataluña.
ResponderEliminarAhora bien, Leonor tendrá que batirse en el desagradable barro, físicamente hablando. Pero mucho peor será cuando tenga que batirse en el barro asqueroso, en el estercolero apestoso, de esos ú otros enemigos de España y de los españoles. En este "barro" si que tendrá que tener cintura, ¡madre mia! Porque como dijo un gran español "Estad atentos, porque los enemigos de la civilización cristiana están alerta".
¿Alguien sabe de quien es esta frase? 😉
FF
Eliminar👌 Sí señor.
ResponderEliminarFrase que va que ni pintada hoy y ahora.