A las más jóvenes generaciones de españoles convendría informarles, al tiempo que se van sucediendo los éxitos de nuestros deportistas, que no siempre fue como está siendo en la actualidad.
Llevo siguiendo las carreras de motos desde los tiempos en que Televisión Española las retransmitía, los domingos por las mañanas y en blanco y negro, después de la Santa Misa. Al principio y en las de pequeña cilindrada, Ángel Nieto hacía doblete. Se bajaba de la Derbi de 50 centímetros cúbicos y sin tiempo para pasar por el baño se subía a la de 125 y también la ganaba.
Pasaban los años y, ya en color, fueron apareciendo nuevos pilotos, Ricardo Tormo, Jorge Martínez, "Aspar", "Champi" Herreros, Herri Torrontegui, Carlos Cardús, Sito Pons, Alex Crivillé, Sete Gibernau,etc...
En la actualidad parece que nos hemos acostumbrado a tener uno o hasta tres campeones mundiales cada año y parece que el año en que no se consigue ninguno, se respira un cierto aire de fracaso. Los españoles somo así y parece que no somos capaces de reconocer al deportista en cuestión el mérito personal de su gesta.
Igual ocurre en el motociclismo, que en la natación, en el tenis, en el atletismo y en algún otro deporte individual.
Ayer finalizó el Campeonato Mundial de motociclismo con dos títulos de tres. Especialmente meritorio el cuarto mundial GP de Marc Márquez, (no dejó el manillar de su moto cuando estaba ya en el suelo después de una caída) pero espectacular por la forma en que ayer se recuperaba de un incidente en carrera, el de Moto 3 del mallorquín Joan Mir. He seguido casi todo el campeonato de esta categoría de este año y su trayectoria desde las primeras carreras y he ido envenenando con mi pasión a la menor de mis hijas porque considero que el ejemplo de quien se empeña en alcanzar objetivos de manera inteligente y constante tiene que utilizarse como un aliciente y estímulo para cualquier objetivo que se marque en la vida y en cualquier ámbito, no solo en el deporte.
He esperado que acabara la carrera y he querido escuchar sus primeras declaraciones, llenas de respeto y humildad, repleta de los mejores valores de un deportista y muy sorprendentes en un tipo de su edad. Hemos conseguido crear en casa el club de fans de Joan Mir y ya estamos deseando que empiece a rugir su moto para el campeonato del año que viene en nueva categoría. Su vida esta llena de retos y lo seguiremos desde nuestro salón, cada domingo, cada carrera.
El reto continúa.
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