Trajeron a esta chica para refrescarnos una tórrida tarde de julio. La culpa no ha sido solo de ella, ha contado con la colaboración necesaria de los digitales haciéndose eco de un fenómeno viral que arrasó en las redes sociales. Al final, en contra de lo pretendido, es decir refrescar la tórrida tarde, y por motivos más que obvios, ha logrado el efecto contrario: hacernos arder. Me cuentan que ya hay iluminados informáticos ingeniando una aplicación capaz de capturar, en lugar de pikachus gilipollas, irinas, kardashians, leticiassabater, -no, esa no, por Dios-
Hace tantos años que debo suponer que tendría yo la misma edad que la niña del anuncio. Estaba en todos los carteles de carretera y en vallas publicitarias urbanas. Me trae a la memoria las frecuentes rutas de aquella época, toda la familia en el SEAT 1500, camino de Tarragona, por la antigua carretera nacional; los imponentes Guardias Civiles con polainas y guantes blancos, sobre sus Sanglas 400 regulando el tráfico desde las costas del Garraf hasta la ciudad imperial. Cada pocos kilómetros aparecía la niña rubia del Coppertone, en la fachada lateral de alguna casa aislada, girada hacia atrás y aquel perrito juguetón que tiraba de la braguita del bañador hacia abajo. Ejemplo devastador de lo políticamente incorrecto hoy en día cuando hay que tener cuidado hasta a la hora de colgarlo de internet, incluso en este blog, aunque se trate de un dibujo publicitario. En aquella España, mucho más casta que los E.E. U.U. costaría lo suyo ver esto en cada curva de la carreteras y en cada escaparate de las farmacias.
Es verano y debe ser que vale todo. Se va perdiendo, en general, aquel viejo pudor que nos ha protegido hasta ahora contra determinados posados prescindibles y escenas indecorosas. Hace poco he borrado directamente -sin reenviar- de mi guasap, una foto trucada de cierta alcaldesa en pelota picada el día en el cual, con orgulloso alborozo, celebraba la brillante ocurrencia de permitir el nudismo en las piscinas municipales. Oh! Qué gran avance para la humanidad. Debía ser que había una verdadera e incontenible demanda social para lograr este importantísimo hito. Pues que voy yo a decir; que la alcaldesa, como la mayoría de los mortales ganamos mucho vestidos y ya si acaso, en la intimidad...
En cualquier caso, siempre nos quedará Irina Coppertone (sin perrito, que no le hace falta) "sorprendida", pobrecita ella, en un naturalísimo posado veraniego, pero en la piscina de su casa, supongo.
Es preferible solazarse con esta imagen mientras esperamos la portada de los periódicos - que no acaba de llegar- anunciando que, por fin, tenemos un Presidente de Gobierno, con la duda de si obtendrá o no el respaldo suficiente para empezar a trabajar, que falta hace, y empezar a recuperar su dignidad la clase política y la respetabilidad de los ciudadanos serios y responsables que esperamos que se cumplan las reglas de la democracia. La amenaza del caos no solo es que siga frente a nosotros, al otro lado de la calle, es que se acentúa por momentos y comienza a ser insoportable, entre otras cosas porque algunos políticos empiezan a mostrarse también desnudos, sin envoltorios superficiales y falsos, tal y como se han concebido a sí mismos, y resulta tan fácil dejarse llevar, uno por el machismo verbal violento (¿a quién crees tú que vas a poder azotar, machote? mucho arroz para tan poco pollo, no te parece?) otros - consejos vendo, que para mí no tengo- achacando la culpa de sus incumplimientos legales al manido "sistema" y eludiendo así su responsabilidad, ¡cuánta gallardía! y para poner la guinda, el Parlament Catalán..... anunciando ya el cat.exit
Nada nuevo bajo este sol de justicia del mes de un julio que se despide, en lo político y social, con más sombras que luces, con temperaturas en la península, al parecer, que han batido todos los registros y que en este maravillosa isla ha respetado nuestros sueños reparadores. Veremos agosto.