Lleva mas de cincuenta años contoneándose rítmicamente, sobre las puntas de sus "nikes", en un espectáculo repetido concierto a concierto, gira a gira, año a año. No sé qué desayuna en la actualidad, aunque todos sospechamos que durante mucho tiempo debe haber consumido algo más que bebidas energéticas. A pesar de ello, hay que verlo, más allá de los setenta años; detrás de ese morro y esa lengua irreverente se esconde uno de los mayores y más activos talentos de la música del siglo XX y de lo que llevamos del XXI.
Así apareció en un concierto en New Jersey, en 2012, acompañado como siempre de toda su banda, astutos y veteranos como él, que han sabido prolongar su trayectoria artística para que podamos disfrutar los demás, desafiando los riesgos de la mala vida por causa de los malos hábitos.
En un momento dado, tras cantar en solitario la primera estrofa del "Gimme shelter" la presenta a ella, que aparece, desde detrás del escenario, bailando y cantando, flotando como una medusa, con una peluca y un vestido imposibles, sobre unos tacones que parecen andamios y que no perturban sus arriesgados movimientos. De hecho, a su lado, el propio Mick Jagger parece ese novio o padre de novio patoso al cual saca a bailar la tía más estupenda de la boda y deja evidencia de su superioridad ante el macho alfa del día y ante el resto de invitados. Flirtea con Keith Richards, con Ronnie Woods, con Charlie Watts, mientras sólo, en el centro del escenario, como si fuera un novato, Mick Jagger se ha quedado petrificado, ha perdido la hoja de ruta de su baile, de su canción, de su historial. El nuevo talento, ¡qué voz!, se come al rey, que poco a poco, conocedor de su derrota y aún asumiéndo su decadencia, va recuperando su espacio, su tono y su prestigio y el público, entregado, así lo reconoce y lo premia. Acaba la canción y desaparece Lady Gaga con el mismo ritmo con el que apareció y deja en los espectadores un imborrable recuerdo.
Pobre Mick! No lo digo por despecho. Me hubiera encantado obtener un par de entradas para el concierto de Madrid del próximo 25 de junio. Se colapsó la página en las primeras horas de puesta a la venta de las entradas, que debía combinar con billetes de avión y luego ya ha sido imposible. Me queda conformarme con estos conciertos que tengo "pinchados" en "favoritos". Tampoco creo que vaya a estar Lady Gaga en el Santiago Bernabeu. De todos modos el factor sorpresa de la primera vez es irrepetible.
Seguirá siendo rey, aunque el nuevo talento debería garantizarnos los mismos gozos, sin sombras.
http://www.youtube.com/watch?v=6t9KMw7SLY4
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